Jose de Antonio nace en la ciudad de Sucre Bolivia durante la década de los sesenta. Sus bisabuelos, Francisco y Clotilde Algodoña fueron nombrados como los príncipes de La Glorieta por el papa León XIII en el siglo XIX. como reconocimiento a su gran labor humanitaria y ostentando el único título nobiliario reconocido dentro de los países modernos e independientes de América Latina. La historia narra los problemas que enfrenta Jose de Antonio con los delirios de grandeza de su madre, quién se considera de sangre azul superior a la sociedad en la que se desenvuelve. Mi nombre es José de Antonio Carmelo Refugio del Sagrado Corazón de Jesús. Admito que se requiere excelente condición física para enunciarlo adecuadamente. Por supuesto, hace falta incluir un apellido; mejor dicho, es imprescindible incluir el apellido. Según lo recalcado incansablemente por mi madre, no es cualquier apellido, se trata de un apellido de linaje, de alcurnia y abolengo. No me refiero al apellido paterno, sino al segundo apellido, el de mi madre, si por ella fuera…. ¡sería el único! En mi caso, estos tres adjetivos (linaje, alcurnia y abolengo) han constituido mi legado. ¡Y vaya, qué inmenso ha sido su peso! El mismo que venimos cargando todos mis hermanos desde nuestra infancia. Como todos los libros de la serie de Cuentos cortos de un largo viaje, se pretende mostrar a través de la narrativa la vida diaria en los diferentes países latinoamericanos.
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Jose de Antonio nace en la ciudad de Sucre Bolivia durante la década de los sesenta. Sus bisabuelos, Francisco y Clotilde Algodoña fueron nombrados como los príncipes de La Glorieta por el papa León XIII en el siglo XIX. como reconocimiento a su gran labor humanitaria y ostentando el único título nobiliario reconocido dentro de los países modernos e independientes de América Latina. La historia narra los problemas que enfrenta Jose de Antonio con los delirios de grandeza de su madre, quién se considera de sangre azul superior a la sociedad en la que se desenvuelve. Mi nombre es José de Antonio Carmelo Refugio del Sagrado Corazón de Jesús. Admito que se requiere excelente condición física para enunciarlo adecuadamente. Por supuesto, hace falta incluir un apellido; mejor dicho, es imprescindible incluir el apellido. Según lo recalcado incansablemente por mi madre, no es cualquier apellido, se trata de un apellido de linaje, de alcurnia y abolengo. No me refiero al apellido paterno, sino al segundo apellido, el de mi madre, si por ella fuera…. ¡sería el único! En mi caso, estos tres adjetivos (linaje, alcurnia y abolengo) han constituido mi legado. ¡Y vaya, qué inmenso ha sido su peso! El mismo que venimos cargando todos mis hermanos desde nuestra infancia. Como todos los libros de la serie de Cuentos cortos de un largo viaje, se pretende mostrar a través de la narrativa la vida diaria en los diferentes países latinoamericanos.