En estos tiempos en que los medios de comunicación nos inundan y se ven inundados por imágenes y estereotipos que se refieren al Islam y a los musulmanes, Edward W. Said nos ofrece una descripción rigurosa y esclarecedora de la formación y desarrollo de estas «ideas recibidas» o tópicos que muchas veces impiden o sesgan nuestra visión. En «Orientalismo» se nos muestra cómo estos «clichés ideológicos» obedecen a los intereses y estrategias del poder dominante en cada momento histórico. La tesis central del autor señala la dificultad para el mundo occidental de pensar sobre Oriente y sus culturas, si antes no logra romper ese velo de prejuicios que distorsiona nuestra lectura. Asimismo nos muestra cómo la relación entre Oriente y Occidente es una relación de poder, construida sobre la subordinación de la idea de Oriente al fuerte imaginario occidental asentado en la superioridad centralista de un «nosotros» enfrentado a un «ellos», lo no europeo, vivido como «lo extraño». Una crítica lúcida como la de Said (…) resulta más necesaria que nunca. Juan Goytisolo, «El País».
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En estos tiempos en que los medios de comunicación nos inundan y se ven inundados por imágenes y estereotipos que se refieren al Islam y a los musulmanes, Edward W. Said nos ofrece una descripción rigurosa y esclarecedora de la formación y desarrollo de estas «ideas recibidas» o tópicos que muchas veces impiden o sesgan nuestra visión. En «Orientalismo» se nos muestra cómo estos «clichés ideológicos» obedecen a los intereses y estrategias del poder dominante en cada momento histórico. La tesis central del autor señala la dificultad para el mundo occidental de pensar sobre Oriente y sus culturas, si antes no logra romper ese velo de prejuicios que distorsiona nuestra lectura. Asimismo nos muestra cómo la relación entre Oriente y Occidente es una relación de poder, construida sobre la subordinación de la idea de Oriente al fuerte imaginario occidental asentado en la superioridad centralista de un «nosotros» enfrentado a un «ellos», lo no europeo, vivido como «lo extraño». Una crítica lúcida como la de Said (…) resulta más necesaria que nunca. Juan Goytisolo, «El País».