Agrícola es la primera obra de índole historiográfica de Tácito, tras su inicial cultivo de la retórica. Este estudio que dedica a su suegro, Julio Agrícola, aúna los géneros de la biografía y el tratado histórico: pues si la parte inicial consiste en una laudatoria semblanza de Agrícola, paradigma de virtus romana, el grueso de la obra está dedicado a sus logros militares y administrativos en Britania. El relato de estas actividades se enriquece con descripciones etnográficas y geográficas, y contiene varias denuncias más o menos veladas de la tiranía de Domiciano. La manifiesta simpatía de Tácito por los germanos y su conocimiento de este pueblo septentrional adversario de la grandeza de Roma se manifiesta en Germania, estudio etnográfico que, por la multitud de datos que ofrece, constituye el documento más valioso para su conocimiento. Una primera parte se ocupa de aspectos como la geografía física, las instituciones, la vida privada y el ejército; después se describen las peculiaridades de cada etnia por separado. Tácito concluye que los germanos, a pesar de su carácter primitivo y sus debilidades, aventajan a los romanos en valores que éstos han ido perdiendo, como la entrega y el compromiso con la patria. Por ello, además de un estudio serio, este breve escrito es una crítica indirecta a la sociedad de su tiempo. El Diálogo sobre los oradores refleja el interés que Tácito sintió por la oratoria en su juventud. De raigambre ciceroniana, consiste en el diálogo, situado en el año 75, entre Curiacio Materno, poeta, el orador y abogado Aper y Mesala, experto en retórica, acerca de la decadencia de este arte, que en la era imperial se había tornado muy inferior al de la República; al tiempo que se lamenta esta merma, se aducen posibles causas política e históricas.
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Agrícola es la primera obra de índole historiográfica de Tácito, tras su inicial cultivo de la retórica. Este estudio que dedica a su suegro, Julio Agrícola, aúna los géneros de la biografía y el tratado histórico: pues si la parte inicial consiste en una laudatoria semblanza de Agrícola, paradigma de virtus romana, el grueso de la obra está dedicado a sus logros militares y administrativos en Britania. El relato de estas actividades se enriquece con descripciones etnográficas y geográficas, y contiene varias denuncias más o menos veladas de la tiranía de Domiciano. La manifiesta simpatía de Tácito por los germanos y su conocimiento de este pueblo septentrional adversario de la grandeza de Roma se manifiesta en Germania, estudio etnográfico que, por la multitud de datos que ofrece, constituye el documento más valioso para su conocimiento. Una primera parte se ocupa de aspectos como la geografía física, las instituciones, la vida privada y el ejército; después se describen las peculiaridades de cada etnia por separado. Tácito concluye que los germanos, a pesar de su carácter primitivo y sus debilidades, aventajan a los romanos en valores que éstos han ido perdiendo, como la entrega y el compromiso con la patria. Por ello, además de un estudio serio, este breve escrito es una crítica indirecta a la sociedad de su tiempo. El Diálogo sobre los oradores refleja el interés que Tácito sintió por la oratoria en su juventud. De raigambre ciceroniana, consiste en el diálogo, situado en el año 75, entre Curiacio Materno, poeta, el orador y abogado Aper y Mesala, experto en retórica, acerca de la decadencia de este arte, que en la era imperial se había tornado muy inferior al de la República; al tiempo que se lamenta esta merma, se aducen posibles causas política e históricas.