Hacía frío intensísimo y los montes se veían mucho más altos que la carretera, como si ésta discurriera ondulada formando un sendero no demasiado ancho entre las montañas impolutas. No se veía ni un atisbo de verdor y hasta los altos pinos parecían salpicados de hielo, resbalando éste por los bordes de la carretera haciéndola casi intransitable. Pero como el panorama era impresionante, Ariadna, como sugestionada, detuvo su coche azul, dos caballos, regalo de su hermano al sacar los cursillos e ir destinada a aquella parte casi oculta entre montañas como maestra de escuela. Aparcó el vehículo al borde mismo de la cuneta y puso la marcha atrás además del freno de mano con el fin de que el auto no se deslizara cuesta abajo. Descendió y miró en torno
Description:
Hacía frío intensísimo y los montes se veían mucho más altos que la carretera, como si ésta discurriera ondulada formando un sendero no demasiado ancho entre las montañas impolutas. No se veía ni un atisbo de verdor y hasta los altos pinos parecían salpicados de hielo, resbalando éste por los bordes de la carretera haciéndola casi intransitable. Pero como el panorama era impresionante, Ariadna, como sugestionada, detuvo su coche azul, dos caballos, regalo de su hermano al sacar los cursillos e ir destinada a aquella parte casi oculta entre montañas como maestra de escuela. Aparcó el vehículo al borde mismo de la cuneta y puso la marcha atrás además del freno de mano con el fin de que el auto no se deslizara cuesta abajo. Descendió y miró en torno