Ésa es mi tarjeta de visita. Huelga mencionar en ella mi oficina está situada en la isla de Manhattan, y justamente frente a Central Park, a la altura de las calles Setenta y Cuatro y Setenta y Cinco Este. No todos los detectives privados pueden permitirse ese lujo, para ser sincero. Yo, sí. Yo me permito ése y otros lujos. Para algo soy un detective caro. Muy caro, dirían algunos. Pero tengo ciertas ventajas sobre otros más baratos de los que pueblan esta gigantesca, sucia e inmunda ciudad de Nueva York, en la que tengo la desgracia de vivir y ganarme la vida: ellos cobran mucho menos que yo por sus honorarios, pero nunca sirven bien al cliente. Yo pongo una minuta elevada. Pero siempre dejo satisfecho a mi cliente.
Description:
Ésa es mi tarjeta de visita. Huelga mencionar en ella mi oficina está situada en la isla de Manhattan, y justamente frente a Central Park, a la altura de las calles Setenta y Cuatro y Setenta y Cinco Este. No todos los detectives privados pueden permitirse ese lujo, para ser sincero. Yo, sí. Yo me permito ése y otros lujos. Para algo soy un detective caro. Muy caro, dirían algunos. Pero tengo ciertas ventajas sobre otros más baratos de los que pueblan esta gigantesca, sucia e inmunda ciudad de Nueva York, en la que tengo la desgracia de vivir y ganarme la vida: ellos cobran mucho menos que yo por sus honorarios, pero nunca sirven bien al cliente. Yo pongo una minuta elevada. Pero siempre dejo satisfecho a mi cliente.