Un Inspector de policía muy peculiar con sus propias normas. Sinopsis 'Los casos del Inspector Andrés López': No voy a dar una charla de cómo resuelvo todos mis casos. Ni mencionarlo aquí uno a uno. No voy a develar los trueques profesionales, ni voy a enseñar a esos piolines que entran en el cuerpo de la policía nacional de la UCO o cualquier organismo. Lo que soy y como soy, es el resultado de mi experiencia, mi madurez y mi constancia. Tengo por costumbre llevar puesta una buena gabardina no importa en que estación del año estemos. Me trae suerte. Es como un talismán. Al igual que esos jodidos cigarrillos que desfilan uno a uno por mis secos labios, ávidos del roce de la boquilla. Soy adicto a la nicotina y me inspiro mucho mejor cuando tengo esa mierda dentro de mis encharcados pulmones. Sé que moriré algún día, como todos, pero yo lo haré con un maldito cigarrillo humeando en mis labios cuando mi cerebro se quede sin oxígeno. A los cuatro minutos estaré muerto de forma cerebral, pero mi piel, el de mis labios estará vivo durante doce horas más. Tiempo suficiente como para acabarme el cigarrillo. Soy peculiar y utilizo formas poco ortodoxas en mi trabajo. Me paso las normas por el arco del triunfo, o mejor debería decir, por lo huevos y entro en escena aún si no es mi caso. Me importa un bledo eso, porque sé que voy a resolver el caso esté donde esté. Si te sientes identificado o me odias ahora un poco más, este es mi testamento. Los casos del inspector de la UCO Andrés López. Ah, y me importa un carajo si te caigo mal y no me sigues. Vine al mundo solo, y vivo solo, así como actúo solo si puedo y no hay una mosca cojonera detrás de mí cogote. Entra en mi mundo, si quieres, claro.
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Un Inspector de policía muy peculiar con sus propias normas. Sinopsis 'Los casos del Inspector Andrés López': No voy a dar una charla de cómo resuelvo todos mis casos. Ni mencionarlo aquí uno a uno. No voy a develar los trueques profesionales, ni voy a enseñar a esos piolines que entran en el cuerpo de la policía nacional de la UCO o cualquier organismo. Lo que soy y como soy, es el resultado de mi experiencia, mi madurez y mi constancia. Tengo por costumbre llevar puesta una buena gabardina no importa en que estación del año estemos. Me trae suerte. Es como un talismán. Al igual que esos jodidos cigarrillos que desfilan uno a uno por mis secos labios, ávidos del roce de la boquilla. Soy adicto a la nicotina y me inspiro mucho mejor cuando tengo esa mierda dentro de mis encharcados pulmones. Sé que moriré algún día, como todos, pero yo lo haré con un maldito cigarrillo humeando en mis labios cuando mi cerebro se quede sin oxígeno. A los cuatro minutos estaré muerto de forma cerebral, pero mi piel, el de mis labios estará vivo durante doce horas más. Tiempo suficiente como para acabarme el cigarrillo. Soy peculiar y utilizo formas poco ortodoxas en mi trabajo. Me paso las normas por el arco del triunfo, o mejor debería decir, por lo huevos y entro en escena aún si no es mi caso. Me importa un bledo eso, porque sé que voy a resolver el caso esté donde esté. Si te sientes identificado o me odias ahora un poco más, este es mi testamento. Los casos del inspector de la UCO Andrés López. Ah, y me importa un carajo si te caigo mal y no me sigues. Vine al mundo solo, y vivo solo, así como actúo solo si puedo y no hay una mosca cojonera detrás de mí cogote. Entra en mi mundo, si quieres, claro.