Cubierto con el recio chaquetón de paño, Blane Moodson caminaba sin prisas a través del páramo, en el que sólo crecían la hierba y algunos brezos raquíticos. El viento, áspero y cortante, llegaba del mar y traía olor a sales y a yodo. En el cielo, las nubes, grises y plomizas, corrían velozmente, mientras las gaviotas y otras aves marinas revoloteaban alborotadamente, emitiendo constantes graznidos, que parecían el preludio de una inminente tempestad.
Description:
Cubierto con el recio chaquetón de paño, Blane Moodson caminaba sin prisas a través del páramo, en el que sólo crecían la hierba y algunos brezos raquíticos. El viento, áspero y cortante, llegaba del mar y traía olor a sales y a yodo. En el cielo, las nubes, grises y plomizas, corrían velozmente, mientras las gaviotas y otras aves marinas revoloteaban alborotadamente, emitiendo constantes graznidos, que parecían el preludio de una inminente tempestad.