Dos hombres, equipados con escafandras de vacío, aparecieron de pronto, surgiendo del fondo de una depresión semejante a un pequeño cráter volcánico, cuyas paredes tenían una suave inclinación, excepto en un lado en que caían a plomo desde unos veinticinco metros de altura. Al pie de este farallón, había una gran abertura, la cual daba entrada a una cueva de unos quince metros de profundidad, por tres de altura y cinco o seis de alto. Caminaban a grandes saltos, debido a la escasísima gravedad del asteroide, y se ayudaban, además, sobre todo para orientarse y cambiar de rumbo cuando era necesario, con unos pequeños propulsores a chorro, individuales, que tenían sujetos a la espalda, debajo del sistema de ventilación, humectación y regulador de la presión del aire en el interior de la escafandra.
Description:
Dos hombres, equipados con escafandras de vacío, aparecieron de pronto, surgiendo del fondo de una depresión semejante a un pequeño cráter volcánico, cuyas paredes tenían una suave inclinación, excepto en un lado en que caían a plomo desde unos veinticinco metros de altura. Al pie de este farallón, había una gran abertura, la cual daba entrada a una cueva de unos quince metros de profundidad, por tres de altura y cinco o seis de alto. Caminaban a grandes saltos, debido a la escasísima gravedad del asteroide, y se ayudaban, además, sobre todo para orientarse y cambiar de rumbo cuando era necesario, con unos pequeños propulsores a chorro, individuales, que tenían sujetos a la espalda, debajo del sistema de ventilación, humectación y regulador de la presión del aire en el interior de la escafandra.