Claudio Eliano recoge la anécdota curiosa, la paradoja, el hecho extraordinario o divertido de la mitología, la historia, las ciencias naturales o las tradiciones populares. Un león resulta herido y se traga un mono para curarse; Sócrates se negó a ponerse los lujosos vestidos que le ofrecía Apolodoro para beber la cicuta; a Platón no le gustaban ni la forma de vida ni el refinamiento de su discípulo Aristóteles; Alejandro Magno instituyó en la India un concurso de bebedores de vino: he aquí algunas de las anécdotas que refieren las Historias curiosas de Claudio Eliano. En este claro exponente de la literatura miscelánea, Eliano consigna las noticias que le han interesado de sus lecturas al tiempo que nos ofrece datos preciosos para el conocimiento de las obras clásicas por él citadas y, en muchos casos, hoy perdidas. Eliano no busca el rigor histórico o científico, sino la anécdota curiosa, la paradoja, el hecho extraordinario o divertido. Son historias breves extraídas de la mitología, la historia, las ciencias naturales o las tradiciones populares, contadas más para asombrar y entretener que para edificar.
Claudio Eliano (Preneste, s. II-III d. C.) profesor de retórica griego, pasó casi toda su vida en Roma. Filóstrato dice de él, sin embargo, que escribía en griego como un ateniense de pura cepa. Su estilo claro, conciso, suave y aticista se engloba dentro de la Segunda Sofística griega. De él se conservan también la Historia de los animales y las Cartas rústicas (ambas en Biblioteca Clásica Gredos).
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Claudio Eliano recoge la anécdota curiosa, la paradoja, el hecho extraordinario o divertido de la mitología, la historia, las ciencias naturales o las tradiciones populares. Un león resulta herido y se traga un mono para curarse; Sócrates se negó a ponerse los lujosos vestidos que le ofrecía Apolodoro para beber la cicuta; a Platón no le gustaban ni la forma de vida ni el refinamiento de su discípulo Aristóteles; Alejandro Magno instituyó en la India un concurso de bebedores de vino: he aquí algunas de las anécdotas que refieren las Historias curiosas de Claudio Eliano. En este claro exponente de la literatura miscelánea, Eliano consigna las noticias que le han interesado de sus lecturas al tiempo que nos ofrece datos preciosos para el conocimiento de las obras clásicas por él citadas y, en muchos casos, hoy perdidas. Eliano no busca el rigor histórico o científico, sino la anécdota curiosa, la paradoja, el hecho extraordinario o divertido. Son historias breves extraídas de la mitología, la historia, las ciencias naturales o las tradiciones populares, contadas más para asombrar y entretener que para edificar. Claudio Eliano (Preneste, s. II-III d. C.) profesor de retórica griego, pasó casi toda su vida en Roma. Filóstrato dice de él, sin embargo, que escribía en griego como un ateniense de pura cepa. Su estilo claro, conciso, suave y aticista se engloba dentro de la Segunda Sofística griega. De él se conservan también la Historia de los animales y las Cartas rústicas (ambas en Biblioteca Clásica Gredos).