Para Walt Sloan el desierto fronterizo era lo mejor del mundo. Sencillamente estaba enamorado de él. Quizá fuese porque Sloan había llegado a la edad en que a los hombres les gusta pararse a rumiar pensamientos y recuerdos. No hay lugar como el desierto para eso. Quizá porque Sloan había llevado una existencia de lo más agitada y el desierto es todo paz. Quizá porque llegó tuberculoso y el desierto lo había curado. Quizá… Pero, ¿a qué bucear tanto en los móviles de un hombre para explicar por qué gusta de esto y no de aquello? A Walt Sloan le gustaba el desierto, eso bastaba. Él, ahora, era feliz. Señor absoluto de millas y millas de nada más que cielo y tierra, un pozo de agua y cada minuto de cada hora de su existencia, no necesitaba más. Había aprendido a conformarse con muy poco y en ocasiones tuvo mucho menos de lo que tenía ahora. Una buena cabaña, un rebaño de ovejas, una huerta, un caballo y un perro. Para un hombre, todo lo que podía necesitar.
Description:
Para Walt Sloan el desierto fronterizo era lo mejor del mundo. Sencillamente estaba enamorado de él. Quizá fuese porque Sloan había llegado a la edad en que a los hombres les gusta pararse a rumiar pensamientos y recuerdos. No hay lugar como el desierto para eso. Quizá porque Sloan había llevado una existencia de lo más agitada y el desierto es todo paz. Quizá porque llegó tuberculoso y el desierto lo había curado. Quizá… Pero, ¿a qué bucear tanto en los móviles de un hombre para explicar por qué gusta de esto y no de aquello? A Walt Sloan le gustaba el desierto, eso bastaba. Él, ahora, era feliz. Señor absoluto de millas y millas de nada más que cielo y tierra, un pozo de agua y cada minuto de cada hora de su existencia, no necesitaba más. Había aprendido a conformarse con muy poco y en ocasiones tuvo mucho menos de lo que tenía ahora. Una buena cabaña, un rebaño de ovejas, una huerta, un caballo y un perro. Para un hombre, todo lo que podía necesitar.