La ciudad de Randolph, en el norte de Nebraska, era una típica población del Midwest americano, tranquila, rutinaria... y aburrida. Allí nunca ocurría nada que valiese la pena de ser contado, lo cual era motivo de orgullo para los conspicuos dirigentes de la comunidad y de veladas quejas entre la juventud y los no muy numerosos habituales a las tres tabernas que vegetaban malamente en una ciudad de cuatreros y puritanos. Pero ya se sabe que de la juventud no hay que esperar sensatez y en cuanto a los otros, constituían la escoria social, gentes de poco más o menos con la que para nada se contaba. Así, Randolph se ufanaba de tu apacibilidad, que ni siquiera aquella tarde soleada de mayo, tres días antes del día en que iba a celebrarse el cuarenta aniversario de su fundación, veíase turbada.
Description:
La ciudad de Randolph, en el norte de Nebraska, era una típica población del Midwest americano, tranquila, rutinaria... y aburrida. Allí nunca ocurría nada que valiese la pena de ser contado, lo cual era motivo de orgullo para los conspicuos dirigentes de la comunidad y de veladas quejas entre la juventud y los no muy numerosos habituales a las tres tabernas que vegetaban malamente en una ciudad de cuatreros y puritanos. Pero ya se sabe que de la juventud no hay que esperar sensatez y en cuanto a los otros, constituían la escoria social, gentes de poco más o menos con la que para nada se contaba. Así, Randolph se ufanaba de tu apacibilidad, que ni siquiera aquella tarde soleada de mayo, tres días antes del día en que iba a celebrarse el cuarenta aniversario de su fundación, veíase turbada.