¿Que no conoces el Roca’s Fashion Food, el restaurante de moda en Madrid? Pues tú te lo pierdes.
Soy Javier Roca, su chef y dueño. También participo como jurado en un programa de televisión, pero tuve un problemilla de nada, se cabrearon conmigo por llegar un tanto borracho y un pelín drogado tras una juerga… (¡Joder!, ¡apoteósica!). Y para templar los ánimos, aquí estoy, en un hotelito en la Sierra de Cádiz para solucionar un problema… familiar. Y otro aún peor que me está produciendo un p∗∗∗ dolor de cabeza. ¿Quieres conocer mi historia?
Me llamaron Marisa y me apellido Longán.
Soy diseñadora de interiores, pero me encanta la moda y la música. Si tuviera que definirme, diría que soy muy centrada, lo que es mucho para alguien que lleva mi tipo de vida en Nueva York. ¿Mi pasión? Jackson, mi novio, y mi deseo que me ame tanto como yo a él. También tengo defectos, como que no sé cocinar, pero ¿para qué están los teléfonos? Bueno…, estaban, porque acaban de despedirme. Y ahora me encuentro sin trabajo y sin casa, aunque con mis ocho maletas de Louis Vuitton (¡que una tiene estilo!), en un hotel en la Sierra de Cádiz, donde me he encontrado con un terrible dolor de cabeza.
¿Quieres saber qué sucede? Ya te lo adelanto. ¡De todo! ¿Me acompañas?
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¿Que no conoces el Roca’s Fashion Food, el restaurante de moda en Madrid? Pues tú te lo pierdes.
Soy Javier Roca, su chef y dueño. También participo como jurado en un programa de televisión, pero tuve un problemilla de nada, se cabrearon conmigo por llegar un tanto borracho y un pelín drogado tras una juerga… (¡Joder!, ¡apoteósica!). Y para templar los ánimos, aquí estoy, en un hotelito en la Sierra de Cádiz para solucionar un problema… familiar. Y otro aún peor que me está produciendo un p∗∗∗ dolor de cabeza. ¿Quieres conocer mi historia?
Me llamaron Marisa y me apellido Longán.
Soy diseñadora de interiores, pero me encanta la moda y la música. Si tuviera que definirme, diría que soy muy centrada, lo que es mucho para alguien que lleva mi tipo de vida en Nueva York. ¿Mi pasión? Jackson, mi novio, y mi deseo que me ame tanto como yo a él. También tengo defectos, como que no sé cocinar, pero ¿para qué están los teléfonos? Bueno…, estaban, porque acaban de despedirme. Y ahora me encuentro sin trabajo y sin casa, aunque con mis ocho maletas de Louis Vuitton (¡que una tiene estilo!), en un hotel en la Sierra de Cádiz, donde me he encontrado con un terrible dolor de cabeza.
¿Quieres saber qué sucede? Ya te lo adelanto. ¡De todo! ¿Me acompañas?