El asesinato de Saint George Street fue un hecho tan sanguinolento comoruidoso. Ocurrió justamente al lado deun pub tan conocido y pintoresco como The George, queocupaba por entonces ya el número 180 de dicha calle. El crimen tuvo lugar en el número 178, por entoncesuna respetable y discreta casa de huéspedes, con una tienda de viejos librosusados en su planta baja. La circunstancia de que lavíctima del suceso fuese una mujer, y una mujer muy atractiva, por añadidura,prestó mayor sensacionalismo al hecho. La prensa «amarilla» de Londres,bastante numerosa a la sazón, hizo su agosto en pleno invierno, como a algúnchistoso poco imaginativo se le ocurrió comentar, con las ediciones especialesdedicadas al horrible suceso. Lo cierto es que losilustradores de la época, conocedores del gusto de su público por lainformación espeluznante, llenaron las primeras planas de semanarios de sucesosimpresos en papel amarillo con dibujos realmente estremecedores allí donde laincipiente fotografía no llegaba con su realismo más prudente y sosegado.
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El asesinato de Saint George Street fue un hecho tan sanguinolento comoruidoso. Ocurrió justamente al lado deun pub tan conocido y pintoresco como The George, queocupaba por entonces ya el número 180 de dicha calle. El crimen tuvo lugar en el número 178, por entoncesuna respetable y discreta casa de huéspedes, con una tienda de viejos librosusados en su planta baja. La circunstancia de que lavíctima del suceso fuese una mujer, y una mujer muy atractiva, por añadidura,prestó mayor sensacionalismo al hecho. La prensa «amarilla» de Londres,bastante numerosa a la sazón, hizo su agosto en pleno invierno, como a algúnchistoso poco imaginativo se le ocurrió comentar, con las ediciones especialesdedicadas al horrible suceso. Lo cierto es que losilustradores de la época, conocedores del gusto de su público por lainformación espeluznante, llenaron las primeras planas de semanarios de sucesosimpresos en papel amarillo con dibujos realmente estremecedores allí donde laincipiente fotografía no llegaba con su realismo más prudente y sosegado.