En 1986, el doctor David Snowdon se embarcó en una investigación revolucionaria que cambiaría para siempre nuestra forma de ver la vejez. Recibió el nombre de «Estudio de las Monjas» porque se centra en un grupo de población especial formado por 678 monjas católicas. El extraordinario proyecto del doctor Snowdon se sitúa a la vanguardia de las investigaciones internacionales sobre el envejecimiento y la enfermedad de Alzheimer. Esta es la historia de dicho proyecto, que proporcionó a su autor no sólo valiosos hallazgos científicos sobre el envejecimiento, sino también la oportunidad de conocer a extraordinarios seres humanos, como la hermana Clarissa, que a los 90 años se pasea por el convento en un carrito motorizado que llama su «Chevy» y sabe tanto de béisbol como cualquier aficionado. El «Estudio de las Monjas» ofrece una nueva visión de la vejez, que no tiene por qué ser un periodo de inevitable deterioro mental, sino que puede constituir una época de vigor intelectual y espiritual. Nos demuestra que se puede envejecer con dignidad.
Description:
En 1986, el doctor David Snowdon se embarcó en una investigación revolucionaria que cambiaría para siempre nuestra forma de ver la vejez. Recibió el nombre de «Estudio de las Monjas» porque se centra en un grupo de población especial formado por 678 monjas católicas. El extraordinario proyecto del doctor Snowdon se sitúa a la vanguardia de las investigaciones internacionales sobre el envejecimiento y la enfermedad de Alzheimer. Esta es la historia de dicho proyecto, que proporcionó a su autor no sólo valiosos hallazgos científicos sobre el envejecimiento, sino también la oportunidad de conocer a extraordinarios seres humanos, como la hermana Clarissa, que a los 90 años se pasea por el convento en un carrito motorizado que llama su «Chevy» y sabe tanto de béisbol como cualquier aficionado. El «Estudio de las Monjas» ofrece una nueva visión de la vejez, que no tiene por qué ser un periodo de inevitable deterioro mental, sino que puede constituir una época de vigor intelectual y espiritual. Nos demuestra que se puede envejecer con dignidad.