1963: El Complot nos remite a 1963, año en que la aún joven contrainteligencia cubana neutralizó los planes de los servicios especiales de los Estados Unidos para involucrar a Cuba y a Fidel en el asesinato del presidente Kennedy y, a la vez, desmanteló numerosas conspiraciones de la CIA para asesinar a Fidel Castro. También analiza la estrategia de la administración norteamericana que ese año pretendía iniciar conversaciones con el gobierno cubano, y al mismo tiempo, recrudecer el bloqueo, los sabotajes y actos terroristas dentro de la isla, con la pretensión de colocarla en una situación desventajosa en las negociaciones planeadas. Se trataba de la vieja estrategia norteamericana del garrote y la zanahoria. Su autor, combatiente de la clandestinidad contra Fulgencio Batista, y luego oficial revolucionario, comparte sus testimonios como fundador de los órganos cubanos de la Seguridad del Estado, donde llegó a ser Jefe de la Dirección General de Contrainteligencia.
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1963: El Complot nos remite a 1963, año en que la aún joven contrainteligencia cubana neutralizó los planes de los servicios especiales de los Estados Unidos para involucrar a Cuba y a Fidel en el asesinato del presidente Kennedy y, a la vez, desmanteló numerosas conspiraciones de la CIA para asesinar a Fidel Castro. También analiza la estrategia de la administración norteamericana que ese año pretendía iniciar conversaciones con el gobierno cubano, y al mismo tiempo, recrudecer el bloqueo, los sabotajes y actos terroristas dentro de la isla, con la pretensión de colocarla en una situación desventajosa en las negociaciones planeadas. Se trataba de la vieja estrategia norteamericana del garrote y la zanahoria. Su autor, combatiente de la clandestinidad contra Fulgencio Batista, y luego oficial revolucionario, comparte sus testimonios como fundador de los órganos cubanos de la Seguridad del Estado, donde llegó a ser Jefe de la Dirección General de Contrainteligencia.