La villa era un auténtico palacio blanco, incrustado en mitad del mar verde que constituía el jardín, encaramado en la ladera. Un silencio absoluto flotaba sobre la vegetación. Por entre los copudos árboles, a intervalos, el aire susurraba leyendas muertas de héroes y doncellas, porque aquel era uno de los lugares más románticos de toda la costa. No en vano, el palacio perteneció en otros tiempos a una de las solicitadas cortesanas de Europa.
Description:
La villa era un auténtico palacio blanco, incrustado en mitad del mar verde que constituía el jardín, encaramado en la ladera. Un silencio absoluto flotaba sobre la vegetación. Por entre los copudos árboles, a intervalos, el aire susurraba leyendas muertas de héroes y doncellas, porque aquel era uno de los lugares más románticos de toda la costa. No en vano, el palacio perteneció en otros tiempos a una de las solicitadas cortesanas de Europa.