Hay veces en que las reglas que no se pueden romper Él debió reprimir todos sus sentimientos hacia la mujer que amaba, todo por unas estúpidas reglas. La mujer que le quitaba el sueño por las noches era la hermana de su mejor amigo. Pasarón los años, sus caminos se separaron, pero el sentimiento hacia ella siempre se mantuvo intacto. Con el pasar del tiempo, dejo de ser el delgado y débil adolescente enamorado. Su cuerpo musculoso y la apariencia de chico malo provocaban la mirada de todas las chicas, pero sus pensamientos estaban en otra parte. En realidad, siempre estuvieron en el mismo lugar, en la misma mujer que con un solo recuerdo podía acelerar su corazón. Una juventud difícil, un hogar quebrado y una vida llena de problemas fueron la mezcla perfecta para convertirlo en un hombre frio y rudo. Todos lo veían como un macho alfa. Un lobo que prefería estar lejos de la manada. Era comúnmente catalogado como un hombre mujeriego, sin sentimientos y que acostumbraba a andar en malos pasos, pero nada de eso era realmente cierto. Ya de adulto y por coincidencias de la vida, fue el mismo destino quien se encargó de reencontrarlos … cuando menos lo esperaban, en el lugar perfecto y momento preciso, como si todo hubiese estado orquestado por alguien. El mismo destino al cual renegó por años por alejado de la mujer que amaba, ahora le daba la mano. Una simple puerta de vidrio lo separaba de la mujer que lo hacía sentirse vivo. Es aquí donde nuestra historia comienza
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Hay veces en que las reglas que no se pueden romper Él debió reprimir todos sus sentimientos hacia la mujer que amaba, todo por unas estúpidas reglas. La mujer que le quitaba el sueño por las noches era la hermana de su mejor amigo. Pasarón los años, sus caminos se separaron, pero el sentimiento hacia ella siempre se mantuvo intacto. Con el pasar del tiempo, dejo de ser el delgado y débil adolescente enamorado. Su cuerpo musculoso y la apariencia de chico malo provocaban la mirada de todas las chicas, pero sus pensamientos estaban en otra parte. En realidad, siempre estuvieron en el mismo lugar, en la misma mujer que con un solo recuerdo podía acelerar su corazón. Una juventud difícil, un hogar quebrado y una vida llena de problemas fueron la mezcla perfecta para convertirlo en un hombre frio y rudo. Todos lo veían como un macho alfa. Un lobo que prefería estar lejos de la manada. Era comúnmente catalogado como un hombre mujeriego, sin sentimientos y que acostumbraba a andar en malos pasos, pero nada de eso era realmente cierto. Ya de adulto y por coincidencias de la vida, fue el mismo destino quien se encargó de reencontrarlos … cuando menos lo esperaban, en el lugar perfecto y momento preciso, como si todo hubiese estado orquestado por alguien. El mismo destino al cual renegó por años por alejado de la mujer que amaba, ahora le daba la mano. Una simple puerta de vidrio lo separaba de la mujer que lo hacía sentirse vivo. Es aquí donde nuestra historia comienza