Los animales hablan. Claro que hablan. El problema es que no los escuchamos. «Un libro fascinante y accesible sobre cómose comunican los animales».The Guardian Los delfines y los loros se llaman entre sí por su nombre; los perros de las praderas describen a los intrusos con todo lujo de detalles - incluidos su tamaño, forma, velocidad y el color de su cabello o de sus camisetas-; a los murciélagos les encanta chismear; en los cantos de algunos pájaros y en los patrones de la piel de los calamares encontramos estructuras gramaticales... Con un poco de suerte, algún día se toparán con un animal que quiera hablar con ustedes, o incluso que se tome el tiempo y el esfuerzo de conocerlos. Si eso ocurre, comprobarán lo mucho que este tipo de relaciones nos enseñan sobre el lenguaje y sobre nosotros mismos. Cada vez son más los hallazgos científicos que demuestran que los animales tienen lenguajes ricos y complejos con reglas estructurales que les permiten diseñar estrategias, dar consejos, mostrarse amor e incluso cotillear. Animales habladores es una fascinante exploración filosófica (en compañía de autores como Aristóteles, Descartes, Wittgenstein y Heidegger) de las formas en que los animales se comunican entre sí y con nosotros, que revela su vida social secreta y sorprendente, cuestiona la jerarquía entre los humanos y el resto de criaturas y propone una nueva forma de entender el lenguaje.
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Los animales hablan. Claro que hablan. El problema es que no los escuchamos. «Un libro fascinante y accesible sobre cómose comunican los animales».The Guardian Los delfines y los loros se llaman entre sí por su nombre; los perros de las praderas describen a los intrusos con todo lujo de detalles - incluidos su tamaño, forma, velocidad y el color de su cabello o de sus camisetas-; a los murciélagos les encanta chismear; en los cantos de algunos pájaros y en los patrones de la piel de los calamares encontramos estructuras gramaticales... Con un poco de suerte, algún día se toparán con un animal que quiera hablar con ustedes, o incluso que se tome el tiempo y el esfuerzo de conocerlos. Si eso ocurre, comprobarán lo mucho que este tipo de relaciones nos enseñan sobre el lenguaje y sobre nosotros mismos. Cada vez son más los hallazgos científicos que demuestran que los animales tienen lenguajes ricos y complejos con reglas estructurales que les permiten diseñar estrategias, dar consejos, mostrarse amor e incluso cotillear. Animales habladores es una fascinante exploración filosófica (en compañía de autores como Aristóteles, Descartes, Wittgenstein y Heidegger) de las formas en que los animales se comunican entre sí y con nosotros, que revela su vida social secreta y sorprendente, cuestiona la jerarquía entre los humanos y el resto de criaturas y propone una nueva forma de entender el lenguaje.