Se necesita imaginación para suponer que el emperador Constantino, en el año 303, reuniera un pequeño equipo redactor y les encargara escribir los cuatro Evangelios y varios textos más, todos ellos falsificados, con el fin de implantar en todo el Imperio su nueva religión, el Cristianismo.
Pero conforme avanza el relato, el autor se encarga de demostrar que la trama que expone en este libro no es una ficción, ni una invención suya, sino la exacta descripción de lo que sucedió. Para ello aporta pruebas documentales irrefutables, presentes en los propios textos, en los Evangelios y en varios escritos más del Nuevo Testamento. Demuestra que el Cristianismo fue creado en el siglo <small>IV</small> por el Emperador Constantino, siendo Eusebio de Cesarea y Lactancio los autores de todos los libros del Nuevo Testamento.
Este libro es una reconstrucción histórica en forma de apasionante novela, pero si el lector quiere las pruebas puede recurrir a los anexos del libro.
Las investigaciones del autor a lo largo de más de veinte años le permiten afirmar que: «El que miente por escrito se expone a que lo pillen y ahora puedo justificar que Jesús existió, igual que Don Quijote y Sancho Panza: en la ficción».
«Hay que tener mucho miedo a la verdad para no querer enterarse…».
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Se necesita imaginación para suponer que el emperador Constantino, en el año 303, reuniera un pequeño equipo redactor y les encargara escribir los cuatro Evangelios y varios textos más, todos ellos falsificados, con el fin de implantar en todo el Imperio su nueva religión, el Cristianismo.
Pero conforme avanza el relato, el autor se encarga de demostrar que la trama que expone en este libro no es una ficción, ni una invención suya, sino la exacta descripción de lo que sucedió. Para ello aporta pruebas documentales irrefutables, presentes en los propios textos, en los Evangelios y en varios escritos más del Nuevo Testamento. Demuestra que el Cristianismo fue creado en el siglo <small>IV</small> por el Emperador Constantino, siendo Eusebio de Cesarea y Lactancio los autores de todos los libros del Nuevo Testamento.
Este libro es una reconstrucción histórica en forma de apasionante novela, pero si el lector quiere las pruebas puede recurrir a los anexos del libro.
Las investigaciones del autor a lo largo de más de veinte años le permiten afirmar que: «El que miente por escrito se expone a que lo pillen y ahora puedo justificar que Jesús existió, igual que Don Quijote y Sancho Panza: en la ficción».
«Hay que tener mucho miedo a la verdad para no querer enterarse…».