… Y escrito está… El nosferatu nunca muere… El vrolok siempre vive en la noche, si la sangre de los vivos devuelve la vida a su cuerpo en reposo… Y aquellos a quienes muerda el vrolok, pasan a ser también no-muertos y obedecen cuanto él dice, y viven también en la noche… Y solamente aquel que sepa dominar y controlar a los hombres-vampiro, o las mujeres-vampiro, que tanto importa el sexo de los muertos-sin-descanso, será capaz de llegar a convertirse en amo de la vida y de la muerte… Así, las hermanas Todten, de la familia Todten de Transilvania, todos cuyos miembros tuvieron fama de vrolok o vlkoslak, que de ambas maneras se llama a los vampiros o seres-lobos, como en otras regiones eslavas más al Este se las denomina vurdalaks, todas ellas fueron en su día ajusticiadas por la ley británica en Yorkshire, en las postrimerías del siglo XVIII, cuando el gran justicia Geoffrey Stower, probó ante la Corte que todas tres eran mujeres endemoniadas, poseídas por el poder de los vampiros a quienes ellas dominaban a su vez diabólicamente, gracias a sus artes nefastas… Y probó el investigador religioso de entonces, el muy honorable señor Ralph Dorian, que todas tres debían ser sepultadas sin signos de cristiandad en sus tumbas, por mucha que fuese su fortuna personal, aisladas y condenadas de toda cristiana clemencia, porque su reposo eterno, tras la debida tortura y ejecución, eterno debía de ser. En caso contrario, ellas tres, sedientas de odio, de venganza y de sangre, poseedoras del poder satánico del mal, capaces serían de conceder a otros hombres el poder de su maldad, para pasar a ser sus leales servidoras como mujeres no-muertas o vampiros, Y ese poder, sólo mediante la sangre de otros seres vivos, goteando fresca en sus bocas yertas, aun después de la muerte, dicen los escritos de los sabios que podría retornar a ellas, si alguien profanase sus tumbas malditas por los siglos de los siglos…
Description:
… Y escrito está… El nosferatu nunca muere… El vrolok siempre vive en la noche, si la sangre de los vivos devuelve la vida a su cuerpo en reposo… Y aquellos a quienes muerda el vrolok, pasan a ser también no-muertos y obedecen cuanto él dice, y viven también en la noche… Y solamente aquel que sepa dominar y controlar a los hombres-vampiro, o las mujeres-vampiro, que tanto importa el sexo de los muertos-sin-descanso, será capaz de llegar a convertirse en amo de la vida y de la muerte… Así, las hermanas Todten, de la familia Todten de Transilvania, todos cuyos miembros tuvieron fama de vrolok o vlkoslak, que de ambas maneras se llama a los vampiros o seres-lobos, como en otras regiones eslavas más al Este se las denomina vurdalaks, todas ellas fueron en su día ajusticiadas por la ley británica en Yorkshire, en las postrimerías del siglo XVIII, cuando el gran justicia Geoffrey Stower, probó ante la Corte que todas tres eran mujeres endemoniadas, poseídas por el poder de los vampiros a quienes ellas dominaban a su vez diabólicamente, gracias a sus artes nefastas… Y probó el investigador religioso de entonces, el muy honorable señor Ralph Dorian, que todas tres debían ser sepultadas sin signos de cristiandad en sus tumbas, por mucha que fuese su fortuna personal, aisladas y condenadas de toda cristiana clemencia, porque su reposo eterno, tras la debida tortura y ejecución, eterno debía de ser. En caso contrario, ellas tres, sedientas de odio, de venganza y de sangre, poseedoras del poder satánico del mal, capaces serían de conceder a otros hombres el poder de su maldad, para pasar a ser sus leales servidoras como mujeres no-muertas o vampiros, Y ese poder, sólo mediante la sangre de otros seres vivos, goteando fresca en sus bocas yertas, aun después de la muerte, dicen los escritos de los sabios que podría retornar a ellas, si alguien profanase sus tumbas malditas por los siglos de los siglos…