La segunda y esperada entrega de Cazadores Oscuros llega pisando fuerte. De la autora de las sagas Ángeles Caídos, Duales o Pueblos Perdidos llega una novela cargada de intensidad a través de Leia, una mujer cuya vida no ha sido fácil pero su determinación la ha llevado a reconstruirse y levantarse de nuevo, más fuerte si cabe. Un nuevo alzamiento estaba próximo y si el viejo no se equivocaba podía significar algo así como el fin del mundo. No es que me importara mucho. Hacía tiempo que ya ese tipo de cosas no me importaban especialmente. Lo lamentaba por Logan. Se merecía tiempo para disfrutar de una vida mejor, de esa vida que empezaba a descubrir al lado de Elena. Elektrika. Me tensé cuando escuché mi nombre en boca del viejo. Logan me miraba y la sonrisa de Elena no prometía nada bueno. Me cae bien, en serio. Pero no puedo dejar de ser quién soy. Un cazador. Viejo. Al menos soy formidable en lo mío. Matar demonios, básicamente. Los miré sintiendo que una soga se cernía sobre mi cuello. ¿Viajar a reclutar cazadores con el viejo? No podían hablar en serio. Casi prefería que me desmembrara un duma. Pero supongo que mi deber y mi honor podían más que mi aversión por el viejo. No es que me caiga mal. Es que es cansino. Y tenía un extraño presentimiento. John no es de los que toma decisiones al azar y había visto algo en su mirada cuando Elena había dado la idea de que él y yo fuéramos juntos allí. Genial. Anthony y John se van de viaje. Si escribiera un diario, algo que hace ya muchos siglos dejé de hacer, lo titularía como el inicio de una pesadilla. Y sí, contra todo pronóstico así empezaría mi historia. Y la de una pelirroja de armas tomar. Leia. Mi Leia.