“David Hume vive de 1711 a 1776 y escribe sus diálogos (que no se publican sino hasta tres años después de su muerte) a mediados del siglo. ¿Qué sentido descubrimos en esta obra? Los hombres del mundo moderno se van encontrando en la situación de tener que apoyarse en un mundo - el de su experiencia - cuya falsedad ha sido pronunciada por el supremo juez que es la razón. Nace de ahí la conciencia de una inautenticidad vital, componente de la desesperación del hombre moderno. Este hombre ha perdido a Dios, ha perdido al mundo y ha visto menguado su ser, por haberlo definido como pura razón. David Hume es uno de los autores de esta desesperación”. Eduardo Nicol Filo, Cleantes y Demea, los tres personajes de los Diálogos sobre religión natural, no son solamente artificios del ingenio y la prudencia del autor, sino que representan, a pesar de éste, el drama del hombre de su tiempo y el del hombre mismo que los ha imaginado y les da vida a lo largo del debate. Ese drama que fue el primer acto del nuestro propio.
Description:
“David Hume vive de 1711 a 1776 y escribe sus diálogos (que no se publican sino hasta tres años después de su muerte) a mediados del siglo. ¿Qué sentido descubrimos en esta obra? Los hombres del mundo moderno se van encontrando en la situación de tener que apoyarse en un mundo - el de su experiencia - cuya falsedad ha sido pronunciada por el supremo juez que es la razón. Nace de ahí la conciencia de una inautenticidad vital, componente de la desesperación del hombre moderno. Este hombre ha perdido a Dios, ha perdido al mundo y ha visto menguado su ser, por haberlo definido como pura razón. David Hume es uno de los autores de esta desesperación”. Eduardo Nicol Filo, Cleantes y Demea, los tres personajes de los Diálogos sobre religión natural, no son solamente artificios del ingenio y la prudencia del autor, sino que representan, a pesar de éste, el drama del hombre de su tiempo y el del hombre mismo que los ha imaginado y les da vida a lo largo del debate. Ese drama que fue el primer acto del nuestro propio.