Duncan Macpherson es un actor de cine, guapísimo y sexy, que lo tiene todo: fama, dinero, mujeres…

Es el mayor de cuatro hermanos y la oveja negra porque todos se dedican a las finanzas, menos él que decidió seguir su vocación y volcarse en la interpretación.

Duncan está muy unido a su familia, pero considera que el castillo que poseen en las Tierras Altas de Escocia, y al que apenas visitan dadas sus muchas obligaciones, se ha convertido en un gasto absurdo del que es mejor liberarse y convence al resto de la familia para que lo pongan a la venta. Anne Brown, una joven que trabaja en una exclusiva agencia inmobiliaria, está más interesada que los propios Macpherson en vender el viejo castillo, pues si lo logra, su jefa le ha prometido el ascenso por el que lleva tanto luchando.

Y así es como se conocen el actor por el que todas suspiran y la chica que está absolutamente centrada en su trabajo.

Y no se caen nada bien. Anne piensa que Duncan es un arrogante y un engreído y Duncan que Anne no puede ser más borde y estirada.

Si bien se necesitan para conseguir su objetivo y juntos emprenden un viaje a las Highlands que lo va a poner todo del revés.

Porque el lugar les atrapa de una manera más que poderosa y el deseo y la pasión irrumpen de forma inesperada en sus vidas.

Claro que ellos no están en Escocia ni para enamorarse de esas tierras, ni mucho menos para encontrar el amor.

Ellos están ahí para vender el castillo y seguir con sus vidas, como si nada…

Sin embargo, ¿es posible dar marcha atrás cuando la pasión cala bien hondo y abre la puerta al amor?