La diligencia se detuvo ante la parada de postas de la Wells & Fargo, en el centro de la polvorienta calle.Los habituales curiosos la rodearon, tratando de ver a quienes llegaban a la población en el carruaje, ya que las diversiones no abundaban excesivamente en aquel lugar, y la arribada de forasteros era siempre motivo de distracción para los que no tenían nada que hacer.Comenzaron a descender los viajeros. Y, ciertamente, los curiosos tuvieron tema suficiente para ocuparse de ellos. En especial, del hombre alto fornido, elegante, de blancos cabellos espesas patillas, vestido como si fuera a una recepción en Washington, y apoyándose en un bastón de madera lacada, con empuñadura de plata maciza. Una cadena del mismo metal colgaba en su chaleco, revelando, lo mismo que su costosa y bien cortada levita o su alto sombrero de chimenea, de peluche reluciente, que era hombre adinerado. Pero luego, una segunda persona hizo emitir a algunos silbidos de admiración y sorpresa.
Description:
La diligencia se detuvo ante la parada de postas de la Wells & Fargo, en el centro de la polvorienta calle.Los habituales curiosos la rodearon, tratando de ver a quienes llegaban a la población en el carruaje, ya que las diversiones no abundaban excesivamente en aquel lugar, y la arribada de forasteros era siempre motivo de distracción para los que no tenían nada que hacer.Comenzaron a descender los viajeros. Y, ciertamente, los curiosos tuvieron tema suficiente para ocuparse de ellos. En especial, del hombre alto fornido, elegante, de blancos cabellos espesas patillas, vestido como si fuera a una recepción en Washington, y apoyándose en un bastón de madera lacada, con empuñadura de plata maciza. Una cadena del mismo metal colgaba en su chaleco, revelando, lo mismo que su costosa y bien cortada levita o su alto sombrero de chimenea, de peluche reluciente, que era hombre adinerado. Pero luego, una segunda persona hizo emitir a algunos silbidos de admiración y sorpresa.